HOLA

El otro día he estado leyendo un artículo, que para mí no tiene desperdicio y refleja, tristemente, cómo se comportan algunos trabajadores hoy en día…La historia se desarrolla en la ciudad de Barcelona, pero es extrapolable a cualquier ciudad española:

“Recién llegado de Londres en un vuelo de primera hora de la mañana, aterrizo en Barcelona, la ciudad que pudo ser, fue, dejó de ser y ya no es, y me dirijo al control de pasaportes. Hay poca gente esperando la revisión de DNI. Una mujer pide a grito pelado que vayamos a los controles automáticos. El tono amenazante hace pensar que quizás tiene un variable a fin de mes según el número de personas que pasemos por esas máquinas que tardan una infinidad en reconocerte y a las que mucha gente tiene miedo por frías e impersonales. Aunque visto lo que sucedió después, casi prefiero que una máquina me diga que mire a la pantalla que refleja perfectamente mi madrugón.

No creo que nada explique mejor el hoy que los tres minutos de reloj que me hizo esperar el señor del control de pasaportes en una cola vacía. Yo solito delante de él esperando, y él, hablando con su chica por el móvil y, en plan multitarea, dándole al WhatsApp con otro teléfono. Cuando acabó de hablar, se dignó a mirarme de forma indiferente, revisó mi DNI y mientras revisaba los mensajes que se le acumulaban.

Ese señor es la puerta a mi ciudad. Y yo no quiero que ni yo ni nadie que visite mi ciudad tenga ese primer contacto. No pido una sonrisa como en Singapur o un comentario sobre el Barça como en Abu Dabi. Me conformo con un “hola”. Un hola como el que escogió mi ciudad para presentarse al mundo hace 21 años en la inauguración de los mejores Juegos Olímpicos de la historia. Sólo un “hola”. Todo empieza con un “hola”. 

Gracias por vuestra visita!!

Podéis seguirme también en facebook!!